Si más de una vez te has preguntado por qué te afectan tanto ciertas cosas, te has sentido superado por el momento, presa de una emoción incontenible, también en ocasiones con un sufrimiento considerable, seguro que este artículo te interesa.
Y es que en una sociedad cada vez más competitiva, dura y salvaje, quizá pueda parecer esta característica tuya una debilidad, una falla de tu personalidad y llegas a pensar que no maduraste lo suficiente o no eres lo bastante duro o dura para afrontar los sinsabores del día a día a este lado del mundo. No te fustigues tanto, es lo que podemos decirte, porque tal vez no sea una cuestión de debilidad de carácter sino que perteneces a un grupo de seres especialmente sensibles, capaces de percibir y disfrutar al máximo de estímulos en los que la mayoría ni repararían.
Personas altamente sensibles (PAS)
Al parecer, según estudios recientes, en torno al 15 % de la población podrían esta comprendidas en este subgrupo tan especial de personas denominadas PAS. Si bien no es fácil acotar y definir las características que hacen a la persona altamente sensible, resumiendo podríamos decir que se trata de una mayor percepción y capacidad de los sentidos, desde la vista, pasando por el olfato, el oído, el tacto o el gusto. Todos estos sentidos están especialmente activos y preparados en las personas hipersensibles para conectar con esa parte del cerebro donde se registran las emociones.
En el lado positivo, desde luego, cualquier estímulo alegre o satisfactorio es vivido y disfrutado de manera aumentada. Aunque en el lado negativo, evidentemente, si el estímulo es triste o reporta cierto dolor, el sufrimiento también será más grande. Esta capacidad aumentada de sentir tiene también mucho que ver con la empatía y lo que en la ciencia médica se conoce como «neuronas espejo». Las neuronas espejo son unas células que tenemos en el cerebro, que se activan ante determinados estímulos ajenos y que no todo el mundo las tiene entrenadas y desarrolladas, de ahí que conozcamos a personas empáticas y a otras que carecen totalmente de empatía o compasión. Si eres persona altamente sensible de seguro tus neuronas espejo estarán muy bien entrenadas. Pero sigue leyendo porque aún hay más características que definen a esta clase de personas.
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Perfeccionistas y creativos
En el lado bueno, las personas altamente sensibles suelen ser perfeccionistas y prestan mucha atención al detalle, algo que tiene mucho que ver con el ideal de belleza que suelen tener tan presente siempre. Esto hace que acostumbren a ser personas muy serias y responsables en las tareas que realizan ya que no llevan bien lo de cometer errores o no dar el máximo en cada reto que se proponen. Conectado a esta capacidad de ser empáticos y responsables viene aparejado un elevado sentido de la justicia, los PAS no se muestran pasivos ante las crueldades y a menudo se les ve implicados en proyectos de voluntariado o ayuda social. También en el lado positivo, gracias a ese continuo estar despiertos a los sentidos, se halla su especial intuición para descubrir engaños que otros no perciben. Tal vez por eso muchas de las personas que son altamente sensibles son también superdotadas intelectuales, siendo capaces de analizar los problemas y encontrar soluciones de una forma más rápida que la mayoría. El arte, la música, el cine, bailar, pintar, escribir… en definitiva, todo lo que tiene que ver con la creatividad y la fantasía suele estar muy presente en la vida de un PAS.
En el lado quizá no tan bueno, las personas altamente sensibles suelen ser propensas a sufrir estrés, precisamente por ese estar tan despiertos al mundo y a los sentidos continuamente, la sobreestimulación de su sistema nervioso los agota con más facilidad. Por la misma razón han de tener cuidado con el alcohol, el café, el té o cualquier otro estimulante, dado que no los necesitan y su consumo los sobrexcita. También en el plano fisiológico las personas altamente sensibles, debido a ese permanente estado de alerta en el que viven, necesitan comer y descansar más que la mayoría y además les afecta mucho más los ruidos, la luz o los olores fuertes.
Huyendo del bullicio
Los PAS sufren también mucho con los conflictos, para ellos es un horror una discusión, y a menudo las evitan o ceden los primeros en beneficio de la armonía que tanto necesitan. Otra vez su sobreestimulación a los sentidos le juega malas pasadas, y no se encuentran demasiado bien en las ciudades y otros lugares donde el bullicio es excesivo. Así también, su personalidad que todo lo procesa, las lleva a ser habitualmente personas indecisas, con tantos temas y cosas que les apasionan que se les hace difícil decidirse por una. Al procesar toda la información de manera más meticulosa acostumbran también a ser muy profundos, y buscar el significado y la esencia originaria en todo lo que hacen o ven. Esta cualidad a veces puede llevarlos a la parálisis o estancamiento en sus reacciones, porque hasta que no analizan y ven las cosas claras no se lanzarán a dar un primer paso.
… su sobreestimulación a los sentidos le juega malas pasadas, y no se encuentran demasiado bien en las ciudades y otros lugares donde el bullicio es excesivo
Tanto para lo bueno como para lo malo, las personas altamente sensibles suelen ser muy apegadas a los amigos, a la familia, a su pareja y a los sitios por donde pasan y viven. Quizá por eso son personas profundamente leales con sus seres queridos y les es muy difícil traicionar o abandonar.
Ya lo ves, si crees que eres un inadaptado o una persona excesivamente débil para este mundo, tal vez la respuesta real es que eres una persona altamente sensible, algo que quizá no sea tan malo. Y, si no lo eres, ya tienes algunas pistas para identificarlos, intentar entenderlos y disfrutar de todo lo bueno que pueden aportarte estas personas tan especiales.